La carne de vacuno, como te detallamos en nuestro post sobre las propiedades nutricionales, aporta importantes dosis de vitaminas, como las B12, B3 o B6, entre otras, además de minerales como el zinc o el hierro, vitales para nuestro organismo. Ésta supone, además, una proteína de excelente calidad a través de la cual se puede obtener creatina y carnosina, componentes que actúan incrementando nuestros niveles de energía y también como antioxidante, respectivamente. Sin embargo, aún existen muchos falsos mitos, que hoy vamos a desmontar, sobre de este alimento que, debido a sus características nutricionales, su sabor y a su gran versatilidad puede convertirse fácilmente en el protagonista de cualquier plato.
Desmontando los mitos sobre el sector cárnico
En los últimos años ha habido una tendencia creciente en lo que a falsos mitos sobre el sector cárnico se refiere. Seguro que no es la primera vez, ni la última, que escuchas que este sector produce una ingente cantidad de gases de efecto invernadero o que conlleva un uso desmedido de agua. Pues bien, nada más lejos de la realidad. Por eso hoy queremos contarte la auténtica verdad que se esconde detrás de estas mixtificaciones.
Mito Nº 1: El consumo de carne está relacionado con el padecimiento de distintas enfermedades.
Cuando se asegura que el consumo de carne ha conllevado el aumento de enfermedades cardiovasculares, diabetes e, incluso, de algunos tipos de cáncer, se debe saber que todos los indicadores internacionales reflejan que el patrón de dieta y de estilo de vida de nuestro país es de los más adecuados del mundo.
- España es el país más saludable del mundo (según el ranking de Bloomberg, Healthiest Country Index).
- España es el país con mayor esperanza de vida del mundo (según el IHME de la Universidad de Washington y la prestigiosa revista científica The Lancet).
- España es el país con más esperanza de vida de la Unión Europea (según el informe “State of Health in the EU 2019” de la Comisión Europea).
- España tiene un índice muy por debajo de la media en incidencia de cáncer de todos los países de la OCDE (según el estudio “Health at Glance 2019” de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Mito Nº 2: Producir 1 kilo de carne equivale a utilizar 15.000 litros de agua.
Cuando se asegura que para producir 1 kilogramo de carne se requieren 15.000 litros de agua, se debe saber que el 90% del agua que se atribuye a la producción de carne es «agua verde», procedente de la lluvia, que seguiría cayendo en caso de desaparición de estos animales. Sólo un 10% corresponde a “agua azul” (recursos hídricos dulces que hacen falta para fabricar un producto o prestar un servicio, o volumen de agua dulce consumida de las aguas superficiales -ríos, lagos y embalses- y subterráneas -acuíferos-) y “agua gris” (agua que se contamina como resultado de los procesos o volumen de agua que es necesaria para diluir los contaminantes de forma que se mantengan o superen los niveles de calidad del agua, exigida por la normativa vigente), una cantidad inferior a la de muchos cultivos vegetales.
Mito Nº 3: El sector cárnico es el sector más contaminante.
Cuando se asegura que el 14,5% de los gases de efecto invernadero a nivel mundial provienen de la ganadería, ha de saberse que:
- La producción de ganado y el estiércol representan solo el 5,8% de las emisiones (Climate Watch y World Resources Institute, Our Wolrd in Data. Oxford University. 2020). Mientras que la energía, ya sea en forma de electricidad, calor, transporte o procesos industriales, representa la mayoría (el 74%) de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI).
- El sistema alimentario mundial, que abarca la producción y los procesos posteriores a la agricultura como son el procesamiento y la distribución, representa el 26% restante de las emisiones. Y de ese 26%, la ganadería y la pesca representan solo una tercera parte (Joseph Poore y Thomas Nemecek. Science, 2018).
- El 80% de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en el mundo procedentes de la ganadería provienen de los países en vías de desarrollo (FAO, 2017). No podemos contribuir a mitigar el cambio climático con una visión eurocéntrica.
- La intensidad de las emisiones (CO2 eq/kg de carne) varía entre las diferentes áreas del mundo. En nuestro entorno (Europa del Oeste) tenemos una de las intensidades de emisión más bajas del mundo (FAO, 2017). Nuestros sistemas productivos son más eficientes en el uso de los alimentos, en el manejo y en la sanidad animal. Por eso producimos menos emisiones por unidad de producto final.
Es importante recordar que, en España, según los datos oficiales del Inventario Nacional de Gases de Efecto Invernadero -Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico-, la producción ganadera de carne representa únicamente el 7,8% del total de emisiones de GEI de nuestro país. Por el contrario, el transporte supone el 27% de esas emisiones, seguido por la industria (19,9%), la generación de electricidad (17,8%), el consumo de combustibles (8,5%) o los procesos industriales y uso de otros productos (8%) (MITECO, 2020).
También es importante recordar que el metano que se produce en la agricultura representa en torno al 27% del metano total emitido en el mundo. Este metano forma parte de un ciclo biogénico (se transforma en CO2 y H2O en 12 años), que pasa a ser absorbido por las plantas en las fotosíntesis. Con censos ganaderos estables, no aumenta el CO2 en la atmósfera a lo largo del tiempo, por lo que no se contribuye al calentamiento como lo está haciendo el consumo de combustibles fósiles. Por tanto, nuestra reducción de emisiones contribuye a la mitigación del cambio climático, al igual que otros sectores económicos.
Mito Nº 3: Gran uso de antibióticos e ineficacia de éstos.
Asegurar que “el abuso de antibióticos pone en peligro su eficacia tanto para los animales como para los humanos” es falso puesto que:
- El uso de antibióticos como promotores del crecimiento de los animales de granja está prohibido desde 2006 (Directiva 2001/82/CE y sus posteriores modificaciones). Sólo a veces, como ocurre en el caso de los humanos, es necesario tratar a los animales destinados a la producción de alimentos para curar alguna enfermedad bacteriana. El uso responsable de medicamentos garantiza el bienestar de los animales, y que los alimentos que de ellos se derivan sean sanos y seguros.
- La normativa europea regula qué medicamentos y cómo se pueden emplear para tratar a los animales. En este sentido solo se pueden usar los medicamentos que han sido autorizados tras haber sido sometidos a una evaluación de riesgo con base científica y resultado favorable.
Así lo ha confirmado también la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) indicando que España redujo un 13,6% las ventas de antibióticos veterinarios en 2019, siendo una reducción del 58,8% entre 2014 y 2019 (Plan Nacional de Resistencia a Antibióticos).
Desmontando los falsos mitos sobre la carne de vacuno
Una vez vistas todas las verdades sobre los falsos mitos del sector cárnico y respaldadas éstas sobre datos fehacientes, vamos a ver aquellos que versan directamente sobre la carne de vacuno.
Mito Nº 1: La carne tiene un alto contenido en colesterol y grasas saturadas.
Muchas personas afirman que si consumen carne roja a menudo su colesterol se verá incrementado. Hay que matizar que, sin bien, nada es bueno en exceso, el colesterol no siempre es malo. De hecho, es una sustancia fundamental para nuestro cuerpo. Son las grasas saturadas las que aumentan el colesterol. El colesterol ‘bueno’ nos protege de la acción del ‘malo’, por lo que su aumento en el cuerpo nos protege contra muchas enfermedades.
Por otro lado, esta afirmación en sí misma no tiene valor porque existen muchos cortes de carne distintos, algunos más grasos y otros más magros. Para afirmar o desmentir si ésta tiene un alto contenido en grasas y colesterol, deberíamos ir corte por corte, animal por animal.
Si buscamos una carne baja en grasas y colesterol para el consumo habitual, recomendamos seleccionar cortes magros, como el lomo. Los expertos recomiendan disfrutar de este tipo de carne unas tres veces a la semana.
Mito Nº 2: La carne roja hace aumentar de peso.
Cuando hablamos de alimentación debemos ser conscientes que el aumento de peso no viene dado por el consumo de un alimento específico, sino de cómo integramos los distintos alimentos en nuestra dieta. Es importante que tu dieta esté equilibrada con proteínas magras, procedentes de la carne y del pescado, además de vegetales, legumbres, frutas y mucha, pero que mucha, agua. Y es importante señalar que la forma en cómo preparas tus alimentos influye muchísimo en sumar kilos: nunca será lo mismo comerte un chuletón asado que freírlo con aceite, lo que sumará muchas calorías innecesarias.
En cualquier caso, debemos recordar que no sólo es falso que la carne haga aumentar de peso, pues es un alimento fundamentalmente proteico; sino que, además, existen diferentes cortes que podemos elegir para tener incluso menos grasa. Por ejemplo, el solomillo tiene un valor calórico bajo, por 100 gramos apenas llega a 130 kcal, de las cuales un 4% equivaldría a grasa y un 25% a proteína. También cabría destacar por su bajo contenido en grasa sería la tapa, con un 2% de grasa; la aleta con 3,2%, o incluso el morcillo, que es realmente jugoso, sólo tiene 4,5% de grasa.
Por tanto, si sólo atendemos al contenido graso, queda demostrado que, si sabemos elegir el corte, la carne de vacuno sería una excelente opción para añadir a nuestra dieta variada y mediterránea sin engordar, además de una inestimable fuente de hierro.
Mito Nº 3: La carne roja es indigesta.
Otro de los grandes falsos mitos sobre la carne roja es el que dice que se digiere mal en nuestro organismo porque éste no está preparado para ello. Más allá de que llevemos millones de años consumiendo carne, y sobre todo en el último siglo, de una forma muy cuidada y cocinada de forma óptima, es completamente falso que se digiera mal en nuestro organismo o que no estemos preparados para consumirla. Las carnes rojas son procesadas por las enzimas y los ácidos gástricos, haciendo que se descompongan y deshechen totalmente, igual que la mayoría de los alimentos.
Mito Nº 4: La carne roja provoca diabetes y enfermedades cardíacas.
Muchos estudios recientes niegan esta afirmación tan categórica. Entre ellos, destaca el de la Universidad de Indiana-Bloomington, en Estados Unidos, publicado en el Journal of Nutrition. Las enfermedades cardíacas y la diabetes se relacionan con un estilo de vida sedentario y una mala alimentación, no exclusivamente con el consumo de carne.
De hecho, la Fundación Española del Corazón recomienda consumir entre 3 y 4 raciones de carne semanalmente. El problema suele darse cuando acompañamos nuestra ración de carne con alimentos que no nos interesan nutricionalmente, como bebidas azucaradas y patatas fritas. Estos patrones poco saludables sí que aumentan el riesgo de padecer todo tipo de enfermedades.
No obstante, debes tener claro que no es lo mismo comer una hamburguesa en un establecimiento de comida rápida que disfrutar de un corte de carne premium, como los que ofrece Grupo Miguel Vergara, cocinado a la plancha. La buena alimentación y crianza del animal se traducen luego en una carne de gran calidad (y, por supuesto, ¡mucho más rica!). Así, en Grupo Miguel Vergara cuidamos de todo el proceso, desde el campo hasta la mesa, para que tu experiencia cárnica sea lo más saludable y deliciosa posible.
Mito Nº 5: Eliminar la carne de nuestra dieta conlleva una vida más saludable.
¡Falso! La carne contiene propiedades nutricionales muy interesantes, entre las que destacan los aminoácidos esenciales. Como ya hemos ido desgranando a lo largo de este artículo, la virtud está en el término medio, y lo mejor para nuestro organismo es disfrutar de una dieta variada, que incluya todos los grupos de alimentos en las proporciones adecuadas.
En la actualidad, podemos sustituir la carne por otros alimentos, tal como hacen los vegetarianos y veganos, pero debemos tener mucho cuidado y consultarlo siempre con un especialista, porque eliminar la carne de nuestra dieta puede implicarnos diversos déficits nutricionales. En cambio, si disfrutamos de entre 3 y 4 raciones semanales de carne, estaremos incorporando todos estos nutrientes de manera natural y eficiente.
La carne dentro de una dieta sana y equilibrada
Tras desmontar uno a uno algunos de los falsos mitos que en los últimos tiempos distintas voces insisten en proliferar podemos afirmar con rotundidad que la carne de vacuno no sólo es completamente compatible con una dieta equilibrada y saludable, sino que su consumo es totalmente recomendable, tal y como afirman los expertos.
No obstante, es importante partir de la base de que todo alimento, en exceso, puede ser perjudicial para la salud. Por ello, desde nuestro Grupo recomendamos compaginar un estilo de vida activo con una dieta sana y compensada, en la que, por supuesto, tenga presencia la carne de vacuno, mejor incluso si es de la tienda online de carne Grupo Miguel Vergara ya que ésta será garantía de un consumo nutritivo, saludable y sobre todo ¡delicioso!